lunes, 19 de agosto de 2013

UNA CIUDAD MÁS AMABLE (Jardinería Eladio Nonay)

Algunas ciudades alejadas de toda pretensión naturalista se revelan y comienzan a tender pequeños lazos hacía un paisaje menos agreste y más natural.
Espacios de pavimento puro y duro se embellecen con curiosas jardineras repletas de pensamientos, petunias, lavandas, begonias, etc.


Plazas, calles y paseos parecen adquirir un ambiente más amable, más dulce a la vista.
Mientras el entorno se embellece, la atmósfera se carga de inquietantes sensaciones procedentes de la vibrante magia de las flores: color, brillo, aroma, frescor.
Una reunión de macetas formando un matorral o un gran arbusto desbordado de flores (surfinias) como se muestra en la fotografía, aportan vida y personalidad a cualquier espacio.


Una ciudad decorada con elementos naturales es una ciudad mucho más acogedora.

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