viernes, 6 de septiembre de 2013

S.O.S. LA NATURALEZA SE ENCUENTRA EN PELIGRO (Jardinería Eladio Nonay)

Así empieza nuestro cuento.

Blasky el gusano verde de la naturaleza vive en el Señorío de Bertiz, un maravilloso rincón localizado en el norte de Navarra.
Blasky conoce cada grano de tierra, cada árbol, cada flor, cada animal.
Blasky ha nacido allí y forma parte de un maravilloso y fantástico mundo lleno de magia.



Un paraje idílico donde álamos, hayas, robles, crecen rebosantes de salud mecidos por la caricia de la amiga brisa, las flores silvestres lanzan su color al exterior formando bellas alfombras florales, los arbustos, los helechos , la hierba iluminan cada espacio, el agua de los arroyuelos se desliza como la seda, los animales junto con los pájaros aportan alegría, vida y curiosos sonidos.



Sus sonidos junto al enigmático canto de la Lamia de cabellos de oro convierten al Señorío de Bertiz en uno de los lugares más encantadores del mundo.
Blasky cuenta que la Lamia de cabellos de oro impregna el bosque de una magia especial.
Es el espíritu del bosque que con sus risas y sus dulces cantos envuelven la atmósfera de una maravillosa sensación de paz y tranquilidad.
Es juguetona, divertida y presumida, por eso peina sus cabellos todos los días con su peine de oro sentada a orillas de su arroyuelo preferido, mientras se contempla en sus cristalinas aguas.



Los árboles exultantes de felicidad compiten por alcanzar el cielo, las flores despliegan todo su esplendor, el Muérdago Real irradia su enorme magnetismo por todo los rincones y la Lamia se encarga de cuidarlo y protegerlo.

Todo era maravilloso, pero un día ocurrió algo sorprendente, el peculiar sonido del bosque se esfumo y un atronador ruido de cascabeles se instaló durante horas.



Árboles, plantas, flores, animales temblaron de miedo, el sonido ya no era el mismo, había cambiado.
Algo terrible había sucedido la Lamia de cabellos dorados, el espíritu del bosque, la cuidadora y protectora del muérdago, había sido raptada por los Cara Negra.
Los Cara Negra eran una tribu de hombres robustos y poderosos que deseaban dominar y doblegar la naturaleza.

Las viejas leyendas cuentan que aquel que tuviese en su poder el Muérdago Real podría apoderarse de la naturaleza y convertirse en su único Rey.



El gran problema de los Cara Negra, era la cuidadora y protectora del Muérdago, la Lamia de cabellos dorados, por eso decidieron capturarla y encerrarla en un de las Cuevas Fantasmas.
El problema estaba solucionado, podían entrar y salir fácilmente del bosque y apoderarse del Muérdago Real.

Una mañana muy temprano un horrendo ruido de cascabeles se propagó por todo el bosque nuevamente, los Cara Negra buscaban desesperadamente al Gran Muérdago, destruían todo aquello que se interponía en su camino, eran rápidos, veloces y agresivos.
Aquella mañana no pudieron encontrarlo y decidieron marcharse.
El bosque se había convertido de la noche al día en una ciénaga.




Blasky nunca había sido un héroe pero tenía que hacer algo, enfrentarse a ellos era misión imposible, hace años que sus poderes como gusano verde de la naturaleza habían desaparecido, pero aún así tenía un cartucho en la recámara.

Cogió su móvil y escribió el siguiente WhatsApp:

S.O.S La naturaleza se encuentra en peligro.
NARE te necesitamos, ayúdanos.

Nare era el hijo pequeño de la Naturaleza, el color de su piel, los rasgos de su cara, el color de sus ojos, lo convertían en un ser adorable.



Nare respondió inmediatamente:

O.K. No te preocupes.

Nare llegó por la tarde y Blasky le contó lo sucedido. Tenían que idear un plan para deshacerse de los Cara Negra.
La madre de Nare le había contado muchas cosas sobre los Cara Negra y la más importante de todas ellas, era que su fuerza radicaba en los cascabeles.
Nare se puso manos a la obra y le dijo a Blasky: Primero liberaré a nuestra querida Lamia y con su ayuda entraremos por la noche en el campamento de los Cara Negra y les robaremos sus cascabeles, sin ellos su fuerza desaparecerá.
Nare se puso en marcha y se dirigió hacia la Cueva de los Fantasmas. Tuvo mucha suerte, en la entrada no había nadie y sin apenas esfuerzo liberó a la Lamia.



La lamia entre lágrimas no podía contener su gran preocupación: ¿Los Cara Negra habían encontrado el Muérdago Real?, ¿Se habían apoderado de la naturaleza?

Nare la calmo y le contó los planes trazados. Tenían que ser sigilosos y casi invisibles.

Próximos al campamento escondidos entre matorrales observaron que los Cara Negra habían terminado de cenar, que cada uno se disponía a dormir y dejaban sus cascabeles colgados en las ramas de una pequeño árbol pinchudo.



Nare y la Lamia se miraron a los ojos como señal para iniciar su arriesgado plan.
Arrastrándose entre matorrales llegaron al árbol y comenzaron a coger todos y cada uno de los cascabeles con sumo cuidado.
Mientras Blasky, los esperaba impaciente en el bosque, los segundos, los minutos se hacían eternos.
Pero al final, el milagro se hizo realidad, Nare y la Lamia llegaban cargados de cascabeles.



Ahora tenían que destruirlos y los poderes de los Cara Negra desaparecerían, el Muérdago Real saldría de su escondite y el bosque volvería a recuperar su belleza.

Nadie podría dominar a la Naturaleza.

Blasky al ver todos los cascabeles juntos pronunció las siguientes palabras: NATURE VIVE y como arte de magia los cascabeles desaparecieron.

Al día siguiente Nare, Blasky y la Lamia se acercaron al campamento de los Cara Negra y atónitos contemplaron un milagro de la Naturaleza, la tribu había desaparecido y docenas de  arcoiris propagaban su cálida luz.







Autor: T. M.

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