Siento una verdadera fascinación por las palmeras, una especie vegetativa perteneciente a la familia de las Palmae o Arecaceae.
Su tronco en forma de columna crece en altura y no en grosor.
La zona principal de crecimiento se encuentra situada en el centro de la copa.
Las hojas son de dos tipos: pinnadas o palmadas.
Describamos hojas pinnadas: la hoja sale del centro de la copa guiadas por un nervio central del que surgen a ambos lados varios foliolos, la hoja adquiere por su naturaleza una tendencia curvilínea hacia abajo como la Phoenix.
Hojas palmeadas son más fáciles de describir y enseguida su retina la visualizará cuando le diga que son hojas en forma de abanico como las de los Chamaerops.
Las flores se encuentran agrupadas en inflorescencias bien de color blanco o amarillo, realmente no son muy vistosas, en cambio el fruto sí que suele ser bastante llamativo ya que de una rama pueden llegar a pender cientos de ellos.
Hay palmeras que cuentan con varios troncos, nosotros los jardineros las empleamos para resaltar determinas zonas del jardín o para decorar una piscina y crear un ambiente más tropical.
Normalmente las palmeras de tallo alto se colocan en grandes jardines o en amplias avenidas o paseos.
En España forma parte del escenario paisajístico de nuestra zona costera mediterránea.
Su gran valor ornamental exterior es fundamental pero no olvidemos que su valor ornamental interior se impone día a día gracias a su gran adaptación al cultivo en maceta.
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