Las cestas colgantes me parecen un elemento ornamental ideal para decorar cualquier rincón de nuestro jardín, terraza o balcón.
Incluso para decorar las calles de nuestras ciudades.
Son cestas de alambre, cuyo contenido pende de unas finas cadenillas.
Su forma es redonda y en su fondo interior se colocan revestimientos variados: plástico, corteza, musgo o fibra de coco.
Yo recomiendo los tres últimos porque gracias a su composición asociada a elementos naturales la planta se desarrolla más fértilmente.
Las raíces cuentan con un aporte hídrico abundante, ya que la corteza el musgo o la fibra de coco son fondos que retienen considerablemente la humedad, aunque deben regarse con bastante frecuencia.
Si dispone de una de estas cestas le aconsejamos que la riegue por inmersión durante unos 5 ó 10 minutos.
No olvide que una vez finalizada la inmersión el peso del cesto aumenta, por eso sería bueno dejarlo unos 15 minutos descansando sobre un recipiente vacío para que soltase el sobrante de agua y posteriormente volverlo a colgar.
La plantación en esta clase de recipiente es muy sencilla.
Se coloca en el fondo algo de substrato vegetal y a continuación se depositan las plantas deseadas (begonias, pensamientos, surfinias, gitanillas, cintas, helechos, hiedras ...) y se rellenan los espacios vacíos poco a poco presionando ligeramente el substrato con los dedos. Para finalizar riegue el cesto con una regadera.
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