En algunas ocasiones nos hemos encontrado con espacios estrechos difíciles de decorar.
Generalmente son espacios estrechos y alargados vinculados a la casa, que se utilizan como acceso o terreno separador entre viviendas contiguas.
Hemos dicho que son espacios difíciles de decorar pero no imposibles.
Lo importante es crear espacios abiertos, blandos, luminosos, accesibles y agradables a la vista.
El quid de la cuestión se encuentra en transformar paredes y muros separadores en estructuras arquitectónicas más flexibles menos rígidas.
Una buena opción puede ser pintar las paredes con colores claros creando de esa manera una atmósfera más dulce y luminosa.
Si el espacio no dispone de mucha tierra, la colocación de macetas, macetas colgantes o la plantación de alguna trepadora añaden un valor cromático muy singular.
El suelo tan importante, puede cubrirse con un manto de grava o alternar grava y baldosas, lajas y otros elementos.
Los elementos decorativos proporcionales a espacios estrechos y situados en una correcta ubicación son maravillosos centros de atención que convierten cualquier rincón en un lugar fascinante.
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