Nosotros hemos utilizado una "nursery tray" para sembrar nuestras semillas de hierbabuena.
Es una bandeja que contiene recipientes individuales con drenajes y donde vamos a depositar nuestras semillitas.
Colocamos en cada recipiente individual una capa de substrato vegetal o tierra de semillero y repartimos las semillas en cada uno de ellos.
Una vez que hemos sembrado cada uno de los pequeños alvéolos, procedemos al riego de los mismos.
Tapamos el semillero con su tapa transparente que facilitará la entrada de luz y calor. Conviene levantar la tapa alguna vez al cabo del día.
Debemos regar de vez en cuando nuestro semillero para favorecer la germinación.
Cuando nuestras semillas han germinado, hay que tener paciencia hasta ver aparecer la planta con tres o cuatro hojas.
El crecimiento de nuestra hierbabuena se despierta y es el momento de trasplantarla a recipientes individuales, en este caso nosotros hemos seleccionado una pequeñas macetas de turba comprimida.
Son macetas 100% biodegradables, se replantan directamente con el plantón en la tierra sin dañar las raíces. Garantizan que los plantones agarren bien gracias a una composición que asocia turba y pulpa de madera.
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