Magda es la mamá de Mario y Raúl. Ella como muchos padres intentan transmitir a sus hijos los valores más elementales de la vida.
Quiere que sus hijos aprendan a valorar lo que comen, la salud, el bienestar, el origen y procedencia de muchas de las cosas que les rodean.
Magda leyó nuestro blog: "Guía práctica de huertos para niños", y pensó lo siguiente:
Es Semana Santa, los niños están de vacaciones, no tenemos jardín pero disponemos de un amplio balcón, tengo 3 jardineras y podemos reciclar alguna garrafa de agua, comprar tierra en el super y el plantero me lo puede conseguir Eladio.
Magda plantea la actividad a los niños e inmediatamente el proyecto se pone en marcha. Las ganas de tocar la tierra, y las hortalizas es tremenda, los niños están entusiasmados.
En la plantación cooperan los dos niños, se sienten felices, se esfuerzan por colocar las plantitas lo mejor posible. Es gracioso, las cogen con sumo cuidado y mimo.
Su mamá les dice que las plantitas han de plantarse estableciendo una pequeña separación entre las mismas.
Y el espectáculo surge cuando la mamá empieza a colocar pequeñas cañas para que suban los tomates. Los niños divertidos y totalmente sorprendidos se ríen y participan en el montaje como si se tratará de una construcción de Lego como las que Raúl tiene en su habitación.
Son niños observadores, listos y aprenden rápido.
Pero lo más importante de esta actividad tan creativa y gratificante es que estos niños ponen muchas "ganas".
A partir de ahora se pone en marcha la "observación". Los niños salen al balcón para comprobar si las hortalizas crecen, si reciben poco sol, mucho, si necesitan agua ....
Por cierto, los niños plantaron tomates, lechugas, calabacines, berengenas y pipas de girasol.
"GUÍA PRÁCTICA DE HUERTOS PARA NIÑOS"
Por cierto, los niños plantaron tomates, lechugas, calabacines, berengenas y pipas de girasol.
"GUÍA PRÁCTICA DE HUERTOS PARA NIÑOS"
No hay comentarios:
Publicar un comentario