viernes, 5 de octubre de 2012

Las abejas del Jardín Botánico de Zürich (Jardinería Eladio Nonay)

En nuestra visita realizada al Jardín Botánico de Zürich me llamó poderosamente la atención el mino con el que cuidan a sus abejas.
Ver alguna abeja en el jardín es normal, pero cuando tus ojos se abren bien, te percatas de la gran cantidad de abejas afanadas en sus cotidianas labores. 
Son abejas que conviven con los curiosos visitantes que se acercan a ver las florecientes flores mientras ellas realizan su esmerado trabajo de polinización.
Las flores de lagestroemia, begonias, pendientes de la reina, nenúfares, iris ..., reciben con dulzura a las innumerables abejas.
A medida que uno se adentra en el jardín, su número va en aumento, son cuidadosas y pasan a tu lado como una ligera brisa, no les interesas, sólo les interesa lo que uno mira con tanta pasión y en este caso son las fascinantes flores y sobre todo  las flores acuáticas que parecen atraerlas enigmáticamente.
La sorpresa es mayúscula cuando en una zona del jardín divisas una enorme colmena, una enorme casita de madera y una caja a donde se dirigen todas estas trabajadoras a elaborar su preciada miel.
Me acerqué a pesar de que había un cartel que ponía "cuidado con las abejas" y tomé unas fotos rápidas para no incomodarlas, ellas se mostraron indiferentes ante mi presencia. 
El Jardín Botánico conoce de los grandes beneficios de las abejas de ahí que las cuide como auténticas reinas.


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