Las copas y jarrones eran indispensables en los jardines clásicos.
Hoy apenas se utilizan y su uso ha quedado relegado a parques y jardines botánicos.
Pero siempre ha existido la pasión por lo clásico y la necesidad de evocar tiempos pasados.
Así colocar una copa de época a ambos lados de la entrada de una vivienda producirá un efecto muy formalista y señorial.
Al final de un camino sobre un pedestal se convertirá en un centro de atención muy llamativo, bien por su tamaño, posición o colocación.
También podemos reservar un lateral del jardín y sobre un pequeño murete colocar una copa.
En su interior podemos colocar una pequeña bola de boj, dotará al escenario de una sobriedad y elegancia sorprendente.
Al comienzo de unos escalones dos copas a ambos lados se convierten en un buen estandarte de bienvenida y lujo.
Por si solas son elegantes y decorativas, como si se tratase de alguna escultura.
Por si solas son elegantes y decorativas, como si se tratase de alguna escultura.
Pero si desea una imagen de espontaneidad y simplicidad pruebe a colocar una de estos recipientes directamente en el suelo en una zona silvestre el efecto será muy romántico.
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