Suave y finísimo aroma casi imperceptible a nuestro olfato flota en el ambiente. Un aroma que por el contrario no pasa desapercibido para mariposas e insectos.
El árbol de Júpiter es el culpable de tan delicada y sutil ambrosía.
Con la llegada del verano se engalana con su mejores galas, vestido con hojas verde brillante y cubierto por un manto de bellísimas flores de pétalos rizados.
Es un árbol de porte arbustivo pudiendo alcanzar una altura máxima de cinco metros.
Su reproducción puede realizarse por semilla o por esqueje.
No admite muy bien la sombra causante en muchas ocasiones de la enfermedad de oídio, por ello es conveniente plantarlo en zonas soleadas, en terrenos bien nutridos y drenados.
Apenas necesita ser regado en invierno, en verano debe regarse pero no en exceso.
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