Las casas antiguas de muchas ciudades atraen a numerosos turistas deseosos de contemplar su decoración.
Las ventanas de esas casas son todo un espectáculo durante todo el año.
Las fachadas de los edificios con su propia identidad histórica y belleza arquitectónica son decorados mediante la puesta en escena en las repisas de sus ventanas, de macetas que crean sorprendentes efectos especiales, gracias a los diferentes tonos de color de las flores.
Saben que el color es sumamente importante y buscan la uniformidad de tonos desechando lo estridente y lo logran mediante el empleo de plantas tan agradecidas como las gitanillas, geranios, surfinias, ciclamen, hiedras ...
La perfecta combinación de colores no siempre resulta fácil de conseguir pero años de experiencia lo hacen posible.
Muchas de estas ciudades siguen un patrón común: una arquitectura similar - una decoración similar.
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