Te
has dado cuenta de los paisajes tan bonitos que nos rodean, a mí
sinceramente me hipnotizan.
He
pensado que sería bonito tener de fondo un escenario campestre para
realizar algo tan sencillo como un trasplantar una planta.
Primero
te muestro el paisaje, contémplalo, siéntelo, respira naturaleza, y
…
Ahora
pasamos a lo nuestro, el «trasplante
de planta».
La
planta ha vivido durante varios períodos en la misma maceta, ahora
el follaje es muy denso y las raíces se encuentran excesivamente
apretadas. Son síntomas claros que nos indican que la planta
necesita un cambio de recipiente.
Tome la planta por la parte del tallo sin ningún miedo (no se preocupe, no
se rompe), colóquela boca abajo para poderla extraer de la maceta, suelte la maceta y apoye la planta por ejemplo en el saco de tierra.
Mantenga el cepellón intacto.
Si
la maceta es de barro le aconsejamos ponerla a remojo antes de
utilizarla, suele absorber mucha agua.
Las
macetas de plástico no necesitan ningún tipo de atención,
simplemente tenga cuidado con la excesiva humedad, recuerde que el
material del que está fabricada es impermeable.
Podemos
utilizar un substrato vegetal para rellenar el espacio de la nueva
maceta.
Coloque
dos o tres puñados de tierra en la maceta e introduzca la planta.
Mientras la sujeta introduzca poco a poco la tierra y vaya
presionándola hasta que la planta este totalmente vertical y
bien sujeta, como se muestra en la fotografía.
Para finalizar debe regarla.
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