Es sorprendente como determinados objetos aportan un valor muy significativo a determinados jardines.
Tengamos en cuenta que durante doce meses el jardín experimenta sucesivos cambios, mientras que los elementos aportados permanecen inalterables.
Por ello, es necesario ubicarlos en espacios muy concretos que incrementen la belleza del conjunto en cualquier estación del año.
En un jardín pequeño la elegancia radica en la sobriedad.
Elementos repetitivos o excesivamente grandes perjudican la sincronización de las líneas del jardín con la vivienda.
Elementos repetitivos o excesivamente grandes perjudican la sincronización de las líneas del jardín con la vivienda.
Los ornamentos ostentosos generalmente son muy caros, se convierten en el punto focal, desmereciendo el resto del conjunto y con el tiempo suelen aburrir.
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