Sé que cuando Odil lea este blog prestará suma atención.
Lo sé porque estaré hablando de su árbol favorito la Paulonia.
Una persona muy querida de Odil lo plantó en su vergel para cuidarlo y mimarlo como si de ella misma se tratase.
Odil busca la feminidad exquisita y su Paulonia o Árbol de la Emperatriz, estos días respira feminidad por todos sus poros.
Su enorme porte con una altura aproximada de 20 metros y sus inflorescencias cónicas con flores en forma de trompeta bilabiadas, deslumbra con colores tan fascinantes que van desde el blanco al rosa y del azul al violeta.
Sus flores elegantes, llamativas, aromáticas y melíferas enloquecen a las abejas.
Quizás menos llamativa sea su corteza marrón grisácea, pero en contraste con sus enormes hojas color verde intenso unido con el bordado floral de su manto, el efecto ornamental hace que el conjunto sea espectacular.
Crece sin temor en un suelo ligero, nada compacto y bien drenado.
Llega a España procedente de China donde utilizaban su madera ligera y resistente para realizar todo tipo de trabajos (instrumentos musicales, juguetes, armaritos ....)
Hoy conocemos su gran potencial y sabemos que es una especie productora de gran cantidad de biomasa por su rápido crecimiento, sus hojas aportan un buen compost al suelo, su madera es muy utilizada, el ganado se beneficia de sus hojas, controla la erosión del suelo, soporta la polución ...
Pero ante todo, sé que es el árbol preferido de Odil.
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