Necesita una profunda remodelación, así comienza todo.
La idea es muy clara, no hay que cambiar grandes cosas, sólo hacer una buena limpieza, reconstruir la zona de traviesas, podar arbustos desbordados y plantar césped nuevo.
Las traviesas están hundidas en la tierra y apenas se ven, hay que recuperar su estado originario para que vuelvan a verse. Las visibles dejarlas tal como se encuentran y el resto levantarlas.
Podar todos los arbustos que han alcanzado un gran tamaño e imponen su poderosa y excesiva presencia en el jardín sin ningún tipo de belleza.
Limpiar los macizos, quitar la corteza de pino vieja, las rocallas y las plantas marchitas, arrancar malas hierbas y trabajar la tierra para recuperar mediante la aportación de abono y substrato vegetal un suelo rico en nutrientes para la posterior plantación de planta nueva.
La zona destinada a plantar el césped se encuentra en muy mal estado, tierra apelmazada, falta de abono y contiene gran cantidad de malas hierbas.
Los pasos a seguir son: arrancar las malas hierbas, labrar la tierra superficial hasta obtener una tierra suelta y abonar, a continuación nivelar el terreno y sembrar semilla de césped, cubrir con substrato vegetal , pasar el rulo y regar.
En la imagen de abajo podemos ver por secuencias la evolución del césped.
Después de unos cuantos días el jardín parece otro, las plantas vivaces aportan un gran colorido y el verde del césped recién nacido aporta un aire muy fresco al jardín.
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