En jardinería los objetos de adorno son muy utilizados. Son elementos que pueden aportar un gran impacto visual al conjunto del jardín.
Hablemos por ejemplo de las columnas, elementos sencillos y muy bellos que se integran muy fácilmente en cualquier espacio.
Las columnas pueden ubicarse perfectamente en un jardín pequeño con tal de que se asegure que su tamaño , estilo, forma y color fusionan con el entorno.
El tamaño será proporcional al espacio del jardín, por tanto ubicaremos una columna de dimensiones proporcionales y tendremos en cuenta el estilo del jardín a la hora de elegirla.
La ubicación de la misma ha de ser equilibrada después de una reflexiva meditación.
En un jardín grande la nota de lujo la puede aportar una columna.
La columna inmediatamente sobresale como elemento no vivo dentro de los restantes elementos vivos (árboles, plantas, flores ...), se convierte en un atrayente punto de interés muy llamativo.
En este caso estudiaremos el tamaño del jardín para ubicar la columna en el punto adecuado, por ejemplo situándola próxima al edificio imprime una gran fuerza y formalidad al conjunto (jardín-edificio) o situándola más alejada da un aire más libre e informal al jardín.
Combina muy bien con casi todos los pavimentos, gravas, cantos rodados, césped, árboles y plantas.
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