Estos días el Parque del Agua recibe con los brazos abiertos una visita muy apreciada, el ganado ovino de José.
Como es habitual por estas fechas hacen su aparición por el soto, una de las zonas más bellas de la ribera de Zaragoza bañadas por el río Ebro.
Las numerosas lluvias han provocado que el río baje con un importante caudal de agua inundando parte de las riberas del Ebro.
Esta super abundancia de agua provoca un voluminoso y rápido crecimiento de hierbas, malezas, matorrales, zarzas ...
Las ovejas realizan una tarea encomiable, son hábiles y pueden desplazarse por cualquier terreno, son feroces rumiantes que acaban en un abrir y cerrar de ojos con todo tipo de malezas, sus excrementos son considerados como un buen abono natural, no contaminan el medio ambiente ...
Pocas personas son conscientes de la importancia de su labor, gracias a su buen trabajo conservamos y aumentanos la vida del suelo.
Aumenta la higiene, desaparecen las marañas de malas hierbas, el habitat natural se hace más habitable para pequeños animales, los pájaros contribuyen a la eliminación de plagas y el suelo se convierte en un potente reciclador.
Tanto los medios de comunicación como los amantes de estos paisajes visitan a José para agradecerle su gran trabajo.
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