Soy de los que opinan que entre animales y plantas existe una idílica relación, sólo alterada en múltiples ocasiones por la mano del ser humano.
Estos días en el término municipal de Montanuy en Huesca hemos visto como una zona llena de vida ardía por los cuatro costados, llevándose por delante lo visible (matorrales, plantas, arbustos, árboles...) y lo invisible (pequeña vegetación, insectos, larvas ...).
La importancia del arbolado y todo su conjunto es como un puzzle. Si falta alguna pieza sufren tierra, suelo, campos, ganado, insectos, pájaros, clima ...
El clima se vuelve más frío, ventoso y seco.
La abeja o la mariposa busca polinizar las flores, pero no las encuentra.
La tierra quemada y resquebrajada agoniza.
Los campos se desertizan y el ganado acaba por desaparecer.
Todos ellos conforman nuestra naturaleza y forman parte indispensable en nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario