Cultivar hortalizas ecológicas es una de las actividades que más auge está alcanzando en nuestros días.
¿Dónde radica su gran éxito?
Muy sencillo, radica: en la mejora de la tierra, en la producción de alimentos libres de productos químicos, en el contacto más cercano a los alimentos, en el acercamiento de la fauna ...
El hortelano ecológico aporta a la tierra de su huerto una rica alimentación (estiércol, abono de corral, compost ...), es un suelo mullido, rico en nutrientes naturales, libre de productos químicos, favorece el tamaño y mejora el sabor de las verduras.
La plantación única de hortalizas ha desaparecido imponiéndose la diversificación de variedades, de esta manera los ataques de plagas e insectos son menos contundentes.
El hortelano ecológico experimenta un mayor acercamiento hacia sus cultivos, revisa su crecimiento, elimina malas hierbas y los libera en ocasiones de caracoles o incómodas babosas todo ello de forma manual.
Son cultivos libres de pesticidas que favorecen el acercamiento de la fauna (abejas, mariposas, gusanos, pájaros ...) indispensables para la supervivencia del hombre.
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