viernes, 2 de noviembre de 2012

CUENTO: "EL SONIDO DE LOS GLACIARES" (Jardinería Eladio Nonay)

Cuenta una vieja leyenda que los glaciares estuvieron a punto de desaparecer de nuestro Planeta por un descuido de la hermosa Estrella de Hielo Tesa.
Las Estrellas de Hielo se encargaban de cuidar de todos y cada uno de los glaciares de la Tierra.
Se sabía que existía una Gran Puerta en el Glaciar Solheimajokull de Islandia y que conducía al resto de los glaciares.


La Estrella de Hielo Azul, Reina de todas las Estrellas de Hielo, siempre había sido muy dura en sus órdenes:
Estrellas, nuestra única misión es vigilar la Gran Puerta del Glaciar Solheimajokull.
Vosotras sabéis que existen numerosos enemigos que quieren traspasar el umbral de la Gran Puerta, apoderarse del tesoro más preciado y destruir los glaciares.

La Reina de las Estrellas siempre repetía las mismas palabras e incluso les avisaba con lagrimas en los ojos de la existencia de un gran vikingo llamado Valdimar que ansiaba con poseer el Diamante de Hielo.
Una joya que confería enormes poderes a cualquier persona que la poseyese, convirtiéndola en el Dueño del Mundo.



Valdimar durante años había sido el Vikingo más famoso y conocido de Islandia.
Sus viajes, sus conquistas, sus riquezas le habían convertido en un hombre muy poderoso.


Navegando había apresado a numerosos guerreros convirtiéndolos en sus prisioneros.
Nunca había gastado un minuto de su tiempo con ellos. 
Un día le llamó la atención los ojos de un prisionero. Valdi se acercó y le preguntó: ¿Cuál es tu nombre?
Thor, le respondió el prisionero.
Por el color azul cristalino de tus ojos has estado muy cerca del Diamante de Hielo? Le preguntó Valdi.
El prisionero no respondió.
Responde maldito !!!!, le gritó Valdi.
Sí, sí he estado muy cerca y he podido ser el Dueño del Mundo !!!!!
La carcajada de Valdi sonó como un gran crujido como cuando la rama de un árbol se rasga.
Tu miserable, dueño del mundo !!!!
Ese diamante siempre ha estado esperándome, mira mis ojos. Le dijo Valdi.
El prisionero enmudeció al contemplarlos.
Los ojos de Valdi eran como el Diamante de Hielo que había intentado robar.

Ahora Thor sabía porque la Reina de las Estrellas de Hielo le había cambiado el color de sus ojos. Era una señal que llamaría poderosamente la atención de Valdi. Cuando estés frente a Valdi, deberás decirle lo que yo te diga y de esa forma continuarás con vida, le dijo la Reina.
Thor aceptó.

La Reina de las Estrellas me ha dicho:
"Nunca te acerques a la Gran Puerta del Glaciar".

Valdi con la palma de la mano abierta propino un golpe a Thor arrojándolo al suelo y gritó enfurecido: Nadie me da órdenes !!!!

Mientras las Estrellas de Hielo cumplían fervientemente con su misión. Cada día y cada noche se turnaban en la vigilancia de la Gran Puerta.



Todos los días y todas las noches eran iguales, no había malvados, ni intrusos que intentasen flanquear la Puerta.
Un día, mientras la Estrella de Hielo Tesa se encontraba de guardia, divisó en la lejanía a un joven que se acercaba hacia el glaciar.


Cuando el joven pisó el glaciar la Estrella le preguntó: Tu rostro está asombrado, quizás sea por la belleza del glaciar?
El joven asustado por la cristalina voz, respondió: 
Estoy sorprendido por la belleza incomparable de este paisaje. Me habían contado muchas cosas de los glaciares pero nadie me había hablado de su calor y su frialdad, de su olor, de su sonido, de su inmensidad, de su piel de terciopelo ...



La Estrella de Hielo nunca había oído hablar así a un humano e inmediatamente se enamoró del joven.
El joven todavía atemorizado, le pregunto a la Estrella Tesa:
¿La belleza del glaciar es comparable con tu belleza?
Tesa mostrándose ante él, le dijo: Compruébalo tu mismo.
El joven recibió un enorme golpe de frío que le hizo perder el conocimiento por un instante.
Al despertar vió que Tesa se encontraba arrodillada a su lado mirando su rosto medio inconsciente.
El joven pronunció dos palabras: Te amo.


Desde aquel mismo día Tesa y el joven se veían diariamente descuidando inconscientemente la vigilancia de la Gran Puerta.
No era muy frecuente que una Estrella de Hielo se enamorase de un ser humano, por eso el suceso corría de boca en boca, a pesar de mantenerlo en secreto.
El secreto llegó hasta los oídos de Valdi causándole una gran alegría.
Podría entrar por la Puerta y poseer el Diamante de Hielo, sólo tendría que esperar a la próxima guardia de Tesa.
Tesa se encontraría con su joven enamorado y la Gran Puerta de Cristal sin nadie que la vigilase.

La Reina de las Estrellas sabía de los encuentros de Tesa con su joven enamorado. Como Reina no podía permitirlo, pero quién era ella para prohibir un amor tan puro?, si un día en el pasado ella también cometió el mismo error al enamorarse de un humano.



Durante años había sido su gran secreto. Cuando ella era joven y su brillo azul cubría como un manto de seda todos los glaciares se enamoró de un hermoso Vikingo. Fruto de su amor llegó al mundo la joya más valiosa que jamás hubiera deseado una madre, un pequeño niño rubio con ojos de diamante. Ese niño se llamaría "Valdimar".



El padre convenció a la madre para llevárselo con él, diciéndole que Valdi debía ser educado como un auténtico vikingo, que aquel lugar no le correspondía. 
Con el tiempo, Valdi se convirtió en un fuerte luchador vikingo, y un feroz hombre ansioso de dominar el mundo. Sabía que la única forma de lograrlo era obteniendo el Diamante de Hielo, del que tanto había oído hablar en sus numerosos viajes por el mundo.


La Reina de las Estrellas gracias al Diamante de Hielo pudo durante años ver como crecía su adorable hijo y ahora que era todo un hombre, era conocedora de sus terribles planes.

Entre tanto, Tesa y su enamorado eran los seres más felices del mundo, ajenos a cualquier peligro.
Pero Tesa sabía que tenía que contárselo a su Reina, no podía ocultar su amor por más tiempo.
La verdad, es que no le dió tiempo a contárselo porque un día que estaba haciendo guardia se presentó Valdi inesperadamente en la cima del glaciar cogiéndolos desprevenidos.
Valdi capturó al joven y presionó a Tesa diciéndole que si no abría la Gran Puerta de Cristal su enamorado moriría allí mismo.
Tesa horrorizada empezó a abrir la Puerta produciéndose un desgarrador y corrosivo ruido.
La Reina de las Estrellas se presentó con su séquito de estrellas al oír el ruido.



La mirada de Valdi se mostró desafiante.

La Reina le dijo: Sé que quieres poseer el Diamante de Hielo, destruir los glaciares y ser el dueño del mundo, pero antes de nada debes saber algo que he tenido oculto durante años en lo más profundo de mi corazón.




Yo soy tu madre, hijo mio.




Las Estrellas y el propio Valdi se sorprendieron.

Valdi exclamó: Mientes !!!!

La Reina le repitió: Eres mi hijo, tu padre consideró que lo mejor para ti era ser educado como un buen vikingo. Y tienes que saber que el hielo corre por tus venas y si tocas el Diamante no serás dueño del mundo, te convertirás en diamante y en parte del glaciar para toda la vida.

Valdi gritó: Mientes de nuevo, mi destino es poseer el Diamane. 
La Reina entre sollozos contenidos: Hijo mío, no te miento, márchate de aquí y vive en paz.

La obsesión de Valdi era tal que cogió el Diamante de Hielo y en ese mismo instante tras un grito desgarrador se fusionaron en un mismo elemento. El elemento de donde se originó su vida, el hielo del frío glaciar.



Por eso cada vez que se desprende un trozo de hielo de un glaciar el sonido que se produce es el terrible llanto de Valdi lamentándose por su triste final.


Autor: T. M.

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