¿Es posible que nuestras neuronas despierten de ese profundo letargo y recuerden el verdadero origen del hombre?
Nuestras neuronas despiertan cuando el hombre rememora su pasado natural y descubre que quiere volver a formar parte de aquel pasado.
De esta forma el deseo de poseer un jardín se justifica a lo largo de los siglos por el hecho de volver a encontrar esa naturaleza que poco a poco va desapareciendo de nuestro entorno.
Si en un momento determinado naturaleza fue sinónimo de disfrute, placer, belleza, hoy muchas personas y nosotros especialmente como jardineros deseamos impulsar el regreso de una naturaleza sana e inteligente.
Así surgirán jardines donde lo importante a tener en cuenta no será el diseño perfecto sino nuestras preferencias personales, el goce de lo natural y por supuesto lo ecológicamente sostenible.
Cuando elijamos las plantas pensemos en la clase de terreno y clima que las va a recibir, no codiciemos plantas exóticas porque malvivirán en nuestro jardín.
Seamos consecuentes con los productos fitosanitarios y abonos (recordemos nuestro blog: como realizar un buen abono natural).
El jardín se convierte en una sorprendente ventana abierta para observar simplemente lo que tenemos delante de nuestros ojos, nuestra amada naturaleza.
Nosotros como jardineros la consideramos una sencilla acción de recreo y disfrute y la llamamos "Contemplación".
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