Podemos enriquecer la tierra con algún abono como "compost" que nosotros mismos hayamos elaborado o comprar cualquier otro abono directamente en centros especializados.
Para aprovechar al máximo los nutrientes del suelo recomendamos la rotación de cultivos.
Ahora ya estamos listos para preparar los surcos que recibirán las semillas o el plantero seleccionado.
Si deseas que esos surcos sean rectos como velas puedes utilizar una cuerda y un par de estacas.
Es aconsejable para beneficiarse posteriormente de un buen riego que los surcos tengan una pequeña pendiente y estén cerrados en uno de sus extremos por un caballón de tierra.
A la hora de elegir las hortalizas tenemos que saber cuales de ellas serán bien acogidas en nuestro terreno ya que la clase de tierra, agua y clima de la zona influirán directamente en el desarrollo de esa planta.
Las plantas las podemos obtener haciendo nuestro propio semillero o bien comprarlas en bandejas en cualquier vivero.
No olvides que si compras plantero por ejemplo de judía verde, guisante, tomate .... deberás colocarles tutores y guiar la planta para su ascenso hacia una cuerda, caña o listón colocado verticalmente.
Importante, utilizando una azadilla elimina todos esos pequeños hierbajos que nacen próximos a las hortalizas.
Siguiendo estos sencillos consejos puedes obtener una abundante producción de hortalizas frescas.
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