Un
paseo por la naturaleza puede depararnos sorpresas muy agradables.
Como
agradable es encontrar en pleno proceso de fructificación un caqui.
Me
paro y compruebo que es un diospyros kaki conocido por todos nosotros
como caqui.
Es
una especie arbórea caducifolia procedente de Asia.
Árbol
de unos ocho metros de altura muy ramificado y pletórico de hojas de
un verde intenso. El día acompaña, es muy luminoso y los rayos de
sol bañan las hojas añadiéndoles una luminosidad extraordinaria.
Entre
tanta hoja asoma un pequeño fruto redondeado, es el inicio de un
mágico proceso que finalizará felizmente con el delicioso fruto de
color amarillo anaranjado.
Es
un árbol muy llamativo, a principios de invierno pierde todas sus
hojas y su fruto conocido con el nombre de caqui cuelga solitario de sus desnudas ramas.
Piso
el suelo y compruebo que está húmedo, un aporte de agua que le
vendrá de maravilla en estos momentos en que el fruto se encuentra
en pleno desarrollo.
Crece
en un suelo normal rodeado de una hierba poco tupida y vecino con
otros árboles, así vive este caqui tan rebosante de vitalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario