Muy pocos lo conocen y los que lo conocen pasan de largo sin atreverse a entrar pensando que se trata de alguna propiedad privada.
Desde aquí les animo a que lo visiten y disfruten de sus rincones por el módico precio de cero euros.
Desde aquí les animo a que lo visiten y disfruten de sus rincones por el módico precio de cero euros.
Me encanta describirlo como un jardín de conocimientos ya que durante la Edad Media se dedicaba al cultivo de plantas medicinales que posteriormente eran utilizadas en el Hospital de Santa Isabel situado en la misma calle.
Un edificio muy bello da la bienvenida a los visitantes y próximo al mismo nos sorprende la mirada de una escultura de piedra, se trata de Peter Van Goudenberghe (pharmacist botanist).
Una mirada que parece acompañarnos en todo nuestro recorrido cuando contemplamos las distintas especies que se extienden bajo sus pies.
Los diferentes senderos nos hacen dudar, si ir hacia la derecha o hacia la izquierda, cualquiera de ellos conduce a diferentes y encantadores escenarios.
Una zona con diferentes cactus de un valor botánico inigualabe nos quita la respiración.
Bancos en los laterales de los sendero invitan a los visitantes a sentarse.
Sueño e interpreto la escena que se muestra delante de mis ojos. Rocas que buscan su transformación, se convierten en unas esculturas con forma humana que Monique Donckers esculpió y que descienden de nuevo a sus orígenes subterráneos.
Tengo que reconocer que es una escena llena de vida y envuelta de un halo cautivadoramente enigmático.
Helechos, junco, papiros, descansan tranquilamente junto a un estanque, mientras contemplan los juegos acuáticos de carpas de diferentes colores.
El surrealismo impone su presencia, hierro, madera, metal, plástico, piedra recrean elementos muy curiosos que parecen tomar vida entre árboles y plantas.
Especies tan bien talladas por la naturaleza como una Araucaria o una Gunnera de enormes hojas, despliegan todo su majestuosidad.
Un magnífico invernadero no accesible al público nos permite contemplar a través de sus cristales especies de cactus tan variadas como echinocactus grussoni, cereus peruvianus , aloes ...
Cycas, chamaerops, phoenix por un lado; magnolios, plataneros, tejos por otro, seres vivos mudos que crean un clímax muy apropiado para el descanso, la lectura, el relax ...
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