Cada región, cada ciudad, cada pueblecito tiene su propia identidad y cultura consecuencia de años de historia.
Efectivamente esa historia no pasa desapercibida y muchos jardines urbanos se decoran con elementos que conservan estilos de otras épocas.
Estilos que se integran perfectamente con la personalidad de sus habitantes, la arquitectura de sus edificios y el entorno paisajístico.
Abra bien los ojos y busque objetos en su propia ciudad que le recuerden otras culturas.
Por ejemplo, las copas de hierro fundido, de piedra o incluso hormigón, nos sorprenden e impactan. Aportan un valor añadido a cualquier espacio.
Copas situadas estratégicamente forman encuadres perfectos e introducen toques de distinción al entorno.
Copas con plantas o sin plantas, dependiendo de las características propias del recipiente que marca perfectamente la ruta a seguir.
Copas vacías denotan una rigurosa sobriedad mientras que aquellas que contienen hiedras, boj ... suavizan la atmósfera y se funden más fácilmente entre los distintos elementos del jardín.
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