La grava compuesta por pequeños trocitos de roca natural es un elemento enormemente decorativo en los diseños de jardines.
Su gran variedad en cuanto a tamaños, formas y colores le permiten adaptarse y fusionarse con el entorno.
Sencillos consejos a tener en cuenta:
Si utiliza la grava junto al césped, debe separar ambas zonas, de esa forma evitará que la grava se extienda por el césped. Coloque bordillos de madera, hormigón o cualquier otro separador.
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Si utiliza la grava como único suelo de su jardín, debe rastrillarla, nivelarla y compactarla, de esa forma ni se desplazará ni se acumulará en otras zonas.
Si utiliza la grava para realizar un jardín japonés, debe saber que no siempre mantendrá las composiciones creadas, los agentes climáticos se encargan de estropearlas, por eso necesitará retoques periódicos.
Si utiliza gravas de diferentes colores para realizar un diseño clásico o geométrico no olvide utilizar separadores que mantengan a raya cada una de ellas, de lo contrario el dibujo aparecerá difuminado.
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