Es un extenso terreno comprendido entre el Castillo Sforzesco, actualmente uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, y el Arco de la Paz.
Mi sugerencia es que realicen primero, una visita a ese grandioso edificio, contemplen las obras maestras que atesora y segundo, tomen la puerta de salida que conduce al Parque, les aseguro que el espectáculo visual desde ese punto, es altamente impactante.
Tierras que a lo largo de los años han sido testigo de importantes acontecimientos y de importantes cambios.
Esos importantes cambios dieron como resultado un pulmón verde lleno de oxígeno dentro de la propia ciudad, mejorando la calidad de la vida urbana.
Cuando usted atraviesa esa puerta el universo se abre y su mirada se lanza sorteando senderos, árboles, arbustos, plantas, agua, hacia un impresionante mundo desplegable que termina en un simbólico Arco de la Paz.
Un espacio creado para la convivencia, para el recreo y el descanso que esconde secretos que animan a ser descubiertos.
Una perfecta y mullida pradera para descansar, una valiosa plantación de árboles (hayas, robles, tilos, cedros, catalpas, magnolios ...), un sin fin de arbustos y plantas, que configuran una exquisita y perfecta combinación.
Un lago que se encuentra protegido bajo la atenta mirada de unas sirenitas, emplazadas en el llamado Puente de las sirenitas.
Los senderos te conducen a lugares llenos de encanto, y algunas esculturas cobran vida cuando las ramas de los árboles son mecidas por el viento y el contraste de la luz origina cierta sensación de movimiento.
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