El empleo de arcos es y ha sido, muy habitual en jardinería.
El efecto que produce es encantador, cubierto de flores añade mayor énfasis a cualquier espacio.
Se emplea sólo o formando grupos. Un sólo arco, emplazado en la entrada de una vivienda se convierte en un hermoso elemento decorativo, además de brindar una acogedora bienvenida.
Puede utilizarse para dividir el jardín en zonas separadas o bien, para crear un romántico paseo enmarcado por varios arcos cubiertos de coloridas trepadoras.
Existen numerosas plantas trepadoras, entre las que podemos encontrar; rosas, madreselvas, hiedras ...
La trepadora aporta vistosidad al arco, lo eleva, crea perspectiva, aumenta el espacio y el camino avanza hacia algún maravilloso lugar, mientras los rayos del sol penetran suavemente a través de las hojas.
El efecto que produce es encantador, cubierto de flores añade mayor énfasis a cualquier espacio.
Se emplea sólo o formando grupos. Un sólo arco, emplazado en la entrada de una vivienda se convierte en un hermoso elemento decorativo, además de brindar una acogedora bienvenida.
Puede utilizarse para dividir el jardín en zonas separadas o bien, para crear un romántico paseo enmarcado por varios arcos cubiertos de coloridas trepadoras.
Existen numerosas plantas trepadoras, entre las que podemos encontrar; rosas, madreselvas, hiedras ...
La trepadora aporta vistosidad al arco, lo eleva, crea perspectiva, aumenta el espacio y el camino avanza hacia algún maravilloso lugar, mientras los rayos del sol penetran suavemente a través de las hojas.
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