¿Quién no dispone en su jardín de una escoba, una regadera, un rastrillo, cestos ...?
Normalmente, este tipo de objetos suelen acabar arrinconados en algún lugar del jardín.
Pero nosotros le animamos a sacarles partido, ya que son objetos funcionales que pueden lograr un papel visual muy llamativo en cualquier espacio, además de ser enormemente prácticos.
En el mercado existen numerosos objetos relacionados con la jardinería de diferentes colores, tamaños, texturas, diseños.
Las escobas de mimbre, tan utilizadas por nuestros abuelos están de moda y colocadas estratégicamente junto a un grupo de macetas con petunias crean un efecto romántico y rústico.
Regaderas viejas, de metal o latón, grandes o pequeñas, pueden contrastar entre un grupo de helechos. Adornar graciosamente una zona de grava. Todos asociamos grava=seco, regadera=agua, la idea es sencillísima.
Cubos de basura con un diseño brillante y llamativo situados cerca de un cobertizo o de una zona de aromáticas ejerce un doble papel: embellecer y contener en su interior desperdicios del jardín.
Las cestas de mimbre lucen fantásticamente cuando están llenas de flores.
Si las mezclas con tiestos de colores, formas y texturas diferentes adquieren un aspecto muy chocante y llamativo.
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