Utilizar el espacio exterior es muy frecuente sobre todo porque es una forma agradable de disfrutar del aire libre.
Lo importante entre otras cosas es saber vestir ese espacio y hacerlo acogedor.
Combinar los diferentes elementos es todo un arte que a veces no resulta fácil.
Pongamos un ejemplo de espacio decorado con muy buen gusto.
En las fotografías mostramos un patio interior rodeado de una arquitectura clásica, ventanales amplios, suelo con ladrillo en espiga.
En un principio puede parecer un escenario serio y frío pero la introducción de diferentes elementos como maceteros, plantas y mobiliario dulcifican el ambiente.
Los asientos, unos bancos de madera junto con una mesa también de madera ocupan el espacio central.
En la mesa se encuentra varios elementos decorativos: un recipiente con agua contiene bolas de acero y gerberas flotando, considero que es uno de los elementos más decorativos y llamativos, un cesto con un explosivo brezo rosáceo y otro con campanulas.
Curiosos maceteros y grandes macetas imponen su potente personalidad asociada a bolas, pirulís o pirámides de boj, cotoneaster, hiedras, etc. El patio-jardín poco a poco se convierte en una auténtica belleza.
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