El diseño de exteriores y su decoración resulta increíblemente fácil cuando el espacio a decorar cuenta con un estilo asombrosamente bello.
La arquitectura del edificio no reclama grandes plantas o raras especies, el edificio cuenta con su propia identidad y sólo es necesario que el ambiente sea natural y sutil.
Es necesario suavizar las líneas y transformar ese diamante en bruto en una verdadera joya.
Evidentemente el impacto visual se logra con la aportación de color, un color verde intenso aportado por la sencillez de plantas como hiedras, pittosporum ....
Las plantas se funden con el estilismo del conjunto arquitectónico y se crea un verdadero equilibrio.
El diamante se perfecciona y las líneas adquieren un deslizante y suave camino que embellece sobremanera, entorno, calzada, escaleras, barandilla.
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