Reconozco que todo guarda relación, la contemplación, la admiración, la sorpresa, la meditación, suman conocimientos muy útiles para la jardinería.
Pongamos un ejemplo y admiremos en las siguientes fotografías el Palacio de Schönbrunn del siglo XVII situado en Viena, donde expertos jardineros trazaron con delicada habilidad un estudiado jardín.
El estilo seleccionado contiene un diseño que engloba suelo, arquitectura, tradiciones y cultura.
Una amplia y rica extensión de tierra apta para crear grandes avenidas, establecer simetrías, crear juegos de agua, fuentes, esculturas, grandes árboles.
La calidad y belleza del jardín aumenta gracias al papel determinante de las plantas seleccionadas.
Las formas definidas y trabajadas de algunas de ellas, es esencial e incrementa la magnitud del espacio.
Los parterres diseñados bajo un estilo formal y controlado, forman impresionantes obras de arte llenas de color.
Una fuente contempla la perfecta simetría del conjunto, es una bella instantánea, aunque desde el alto de la glorieta se puede apreciar mucho mejor.
Está claro que el estilo clásico nos puede gustar o nos puede desagradar, pero lo que sí es cierto, es que es una inagotable fuente de inspiración.
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