Las casas o edificios de algunas ciudades poseen un patio interior.
Un espacio único y singular a veces decorado con un estilismo muy refinado.
En estas fotografías mostramos un patio decorado con exquisito gusto.
A través de la entrada, situada en la parte frontal del edificio, se accede a un pequeño espacio o patio interior muy llamativo.
El pavimento de piedra perfectamente dispuesto se convierte en una elegante alfombra.
Una mesa central reclama la atención de todas las miradas por su situación y singularidad de su decoración.
Encima de la mesa, dos copas clásicas de hierro fundido contienen hiedras colgantes, otra copa despliega toda su majestuosidad con unas encantadoras orquídeas, un jarrón de mármol y un jarrón alargado sincronizan todo su virtuosismo para dotar a la atmósfera de un ambiente vivo y natural.
Dos bolas de hierro a los pies de la mesa suavizan la obra maestra y un banco de hierro envejecido convierte el patio en un espacio abierto y acogedor.
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