El discreto silencio del jardín se concentra en el sigiloso susurro de los árboles, en el sonido del agua producido por los movimiento rápidos de las carpas que se lanzan a devorar alguna chuchería que les arrojan los visitantes, el "cris-cras-cris" de la fina gravilla al ser pisada ...
La disposición y colocación de las plantas traza un equilibrio perfecto que entrelaza primorosamente senderos, riachuelos, estanques y rocas.
Esta serie de elementos (senderos, ríos, puertas, plantas, ...) hacen que fluyan unas fuertes energías que producen una agradable sensación de bienestar.
Un jardín tan lleno de vida que nos permite apreciar todos y cada uno de sus bellos rincones.
Un jardín tallado a imagen y semejanza de la propia naturaleza, preso entre cuatro paredes como extraordinario perfume contenido en pequeño frasco, que una vez liberado es capaz de producir las más asombrosas emociones.
La sensación de tierra fértil, césped fresco, vegetación sana, produce un efecto de admiración totalmente agradable y tanquilizador.
Un jardín diseñado para disfrutar de una paz armoniosa y también un jardín para renovar energías.
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