Un tiesto o un recipiente vacío se convierte inmediatamente en un importante foco de atención, pero sí además es contenedor de alguna planta se incrementa rápidamente su poder de atracción, creando en el ojo del espectador un cuadro pictórico de cruces cromáticos.
Los tiestos se han convertido en objetos imprescindibles para adornar no sólo jardines sino también balcones, terrazas, escalinatas, entradas, escaleras, ventanas.
¿Quién no tiene una pequeña maceta en la ventana?
Seguro que cualquiera de ustedes, abre su ventana por la mañana y contempla su pequeña naturaleza, sintiéndose muy orgulloso.
Las entradas de muchas viviendas son adornadas con macetas. Las flores de buganvilla llaman la atención colocadas en esa vasija sobre un escenario que me parece realmente fantástico, un rosa brillante sobre un fondo de color azul. Simple, sencillo y espectacular.
Antiguas vasijas romanas conteniendo hiedras colgantes forman un mágico contraste que destacan sobre una pared de piedra.
En términos generales usted puede utilizar cualquier recipiente cóncavo, estoy seguro que con la planta adecuada puede sacarle un gran partido.
Un viejo caldero o un conjunto formado por dos o tres de diferentes tamaños con unas gitanillas aportan un gran color a cualquier jardín.
Una maceta de piedra rectangular con pequeños helechos y algún musgo en conjunción con gravas y piedras, unifican espacios y atmósferas muy especiales como las de un jardín chino.
Deje volar su imaginación y póngase manos a la obra.
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