Los espacios ajardinados más llamativos a la vista, son normalmente el producto elaborado de un buen diseño.
El conocimiento de las especies vegetales favorece el perfecto diseño paisajístico y por supuesto el cromático.
La entrada de cualquier jardín forma parte imprescindible del conjunto, aporta una energía y enfoque visual importante, hilo de unión entre el exterior y el interior.
La sorpresa radica en mostrar una entrada reflejo del interior.
Es decir, comenzamos a mostrar un pequeño retazo del interior y fantástico jardín que está por descubrir.
Por ejemplo, puede haber una valla blanca con flores de diferentes colores, en este marco incomparable el espectador se queda ensimismado. La variedad de enredaderas dispuestas en celosías, la valla rodeada de anémonas, rododendrom, geranios, rosas, .....Un Van Gogh de la jardinería.
Un jardín con camino de lajas, donde los tonos aportan un elemento favorecedor y enriquecedor al ambiente.
El camino divide el jardín en dos zonas de cultivo, donde armoniza todo tipo de vegetación (rosas, hortensias, pendientes de la reina, petunias ).
Pequeñas vallas dividen la zona ajardinada y le dotan de cierta perspectiva, de esta forma logramos la ilusión de un espacio mayor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario