Es evocador contemplar elementos tan fascinantes y rebosantes de historia como los templetes y kioskos.
Construcciones formales de tiempos pasados con un marcado valor artístico que forman parte del paisaje tanto natural como urbanístico.
Los templetes enmarcados en una paisaje rodeado de árboles o agua, es la perfecta combinación que roza directamente sobre el simbolismo idílico. La pasión, la reflexión, el recogimiento e incluso la contemplación surgen de la propia estructura y su entorno.
Obviamente cada uno encuentra su propio encuadre dentro de esa bella escena.
Los kioskos también llamados templetes de la música, son sin lugar a dudas, la mayor recreación del alma, donde lo natural y lo armónico se fusionan en un mismo acorde musical.
En el jardín el kiosko proporciona una posición ventajosa elevada, desde la que se origina el puro acto de escenificación artística-creativa o el contundente elemento decorativo.
En cualquier caso, forma parte del entorno y se imbuye con sorprendente habilidad en cualquier jardín.
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