Los diferentes estilos, formas, tamaños y colores de las macetas influyen espectacularmente en el jardín jugando un importante papel visual.
Cada una de las propias características del contenedor determinan su contenido, y la planta que desea que crezca y se relacione con él.
Se hace una declaración de amor o de intereses entre contenedor y contenido.
El contenedor exige puntos de encuentro y afines con su estilo, tamaño, forma y color, la planta se adapta y eleva su valor estructural y natural.
La combinación y equilibro alcanza su éxito adaptándose plenamente en el contexto arquitectónico.
La colocación influye en el marco paisajístico, así las macetas colocadas en pequeños grupos, alineadas, situadas a ambos lados de un camino o una única y solitaria maceta sirven de apoyo para equilibrar diferentes espacios.