La hedera helix conocida comúnmente como hiedra es una planta trepadora de hojas perennes de la que se echa mano para cubrir ciertas zonas como paredes, muros, vallas...
Una vez plantada sus tallos ascenderán rápidamente adheriéndose a la pared. Aquellos tallos que no se hayan adherido pueden ser cortados para evitar ramitas colgantes y la formación de una masa de vegetación incontrolable.
Si usted prefiere no cortarlas puede sujetarlas mediante unos pequeños soportes a la pared para que enraícen y continúen su camino ascendente.
Si lo que se pretende es cubrir un muro con un fino tapiz de hojas de hiedra, deberemos estar atentos y cortar todos aquellos tallos sueltos que afeen la composición.
La hiedra también puede utilizarse para cubrir suelo llano, taludes, terrenos en desnivel, rocallas, parterres ...
Aquí la hiedra crecerá con total libertad y sólo podaremos aquellas ramas que invandan otras zonas o que se eleven demasiado, vigilando de esta forma el nivel de la vegetación para guardar una misma uniformidad en su desarrollo.
Recordemos que hay que tener cuidado con este arbusto ya que si sus tallos se engrosan demasiado, pueden llegar a desprender el revestimiento de muros y paredes llegando incluso a obstruir canales y desagües y sobre todo no permitan que la planta alcance las tejas.
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