Cuando
se trata de jardinería los ojos se me van rápidamente hacia ese
punto, lugar, rincón, planta u objeto que me llama la atención.
En
este caso, mi mirada se posa en unos maceteros con adornos clásicos colocados
cada uno de ellos a ambos lados de un arco de piedra, entrada
principal de una maravillosa localidad llamada Daroca.
El entorno juega un papel muy importante y algo tan
sencillo como estos dos maceteros contribuyen a realzar el plano
visual.
Su
tamaño permite cultivar una planta con estilo y prestancia como es
la “thuya” un elemento vegetal que contrasta a la perfección con
materiales tan rústicos como la piedra de la pared y la losa y adoquinado del suelo.
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