Los
estanques son para el verano, y así lo creo, tal vez porque sea la
estación del año mas idónea para disfrutar de ellos.
Un
mundo fascinante generador de vibrantes sensaciones.
El
estanque combinación de varios elementos contribuye a crear
diferentes atmósferas.
Las
características del edificio influyen en el diseño del estanque.
La
ubicación del mismo depende del tamaño del jardín y para lograr
una mayor durabilidad, su emplazamiento debe ser muy estudiado.
El
agua será la encargada de lanzar numerosos lazos de unión con los
moradores de la casa y el resto de vida que se cree a su alrededor.
Considero
que el agua, como la música amansa las fieras y produce un efecto
relajante.
Aguas
tranquilas amigas de ambientes armónicos y relajantes, aguas con
surtidores o cascadas productoras de suaves sonidos crean ambientes
frescos.
La
vegetación activa la profundidad del agua, produce sombra, crea
vida, y aporta color.
Plantas
como los nenúfares, los lotos de abundante follaje se convierten en
las estrellas del estanque y a su alrededor, flores como calas, iris,
pontederia contribuyen a crear una sinfonía de mágicos colores.
Todo
listo para disfrutar de un ambiente muy estimulante para cualquier
momento del día.
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