Árboles de la misma especie, de diferentes alturas, en número impar para obtener un equilibrio asimétrico, son los principales puntos a tener en cuenta a la hora de recrear un bosque bonsái.
Aunque en confianza, la auténtica belleza se logra día a día aportando uno de los mejores abonos; amor, complicidad y diálogo continuado.
La pasión, el acercamiento y el entendimiento crea auténticas obras de arte, bosques con vida propia.
La contemplación exterior me deja sin respiración, me sabe a poco, me transformo me empequeñezco y osadamente coloco mis pies en un pequeño sendero que me conduce a rincones insospechados con olor a frescor, a madera.
Piso suavemente y oigo el sonido de las hojas secas a mi paso, una ligera brisa levanta mi cabello y el ala de una mariposa roza mi mano.
Los rayos del sol se cuelan entre las ramas de los árboles, los haces de luz se entrecruzan y el efecto es mágico.
Me siento, apoyo la espalda en uno de los árboles, respiro profundamente me duermo y al despertar una sensación de paz me hace sentir enormemente feliz, en ese momento regreso a mi mundo.
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