Siempre me ha sorprendido la enorme capacidad de algunas plantas para trepar por vallas, muros, paredes ...
Es el caso de la enredadera de campanillas (Ipomea) que mostramos en esta imagen, donde exhibe todo su esplendor tapizando por completo la fachada de una vivienda.
Una fachada soleada se convierte de repente en una suma de sensaciones alegres, divertidas, refrescantes, brillantes, coloristas, gracias a la frondosidad de esta trepadora.
Hojas y flores forman un gran espectáculo y un gran atractivo visual, así de sencillo.
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