El verano y sus altas temperaturas, hacen que algunas de nuestras plantas se resientan.
Es necesario protegerlas de las agresivas exposiciones solares, buscando emplazamientos de sombra o semisobra.
Por ejemplo, la semisombra originada por el abundante follaje de un árbol reduce gratificantemente el calor provocando un mayor nivel de humedad en el ambiente.
Los muros, las vallas y los setos resultan muy apropiados para disponer todas aquellas plantas poco resistentes al calor.
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