La sensación de paz y el efecto de tranquilidad se respira a pleno pulmón en los jardines chinos.
Estos jardines son diseñados con una única finalidad y es la de ofrecer una atmósfera tan llena de sensibilidad que permita una profunda meditación.
Están llenos de energías positivas "el bien" y las energías negativas "el mal" son imposibles de encontrar.
El bien como elemento vencedor, se plasma en los distintos elementos que configuran el jardín.
Los tejados vueltos hacia arriba impiden que cualquier energía negativa se adueñe de ese espacio tan maravilloso, el agua crea un remanso de paz y las plantas equilibran la balanza de todos los elementos en acción.
Lugares silenciosos, placenteros, dulces, amables con el medio ambiente, todo un símbolo de disfrute y armonía.
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