Tenemos
un suelo encharcado prácticamente la mayor parte del año y el
cultivo de plantas es casi imposible.
Así,
a simple vista parece que tengamos un gran problema pero analizando
la situación quizás no sea tan grave.
Estudiemos
el terreno, comprobemos las zonas más encharcadas, las menos y la
evolución que tienen cada una de ellas a lo largo del año.
El
meticuloso estudio nos permitirá diseñar un jardín acuático tipo
humedal, donde el conjunto asociativo de agua y canto rodado irá
aparejado con el elemento vegetal.
La
introducción de rocas más grandes permite crear el efecto de
cascada seca y el canto rodado marcará contornos, mezclada con grava
fina.
El
empleo de troncos de diferentes tamaños pueden crear un efecto muy
casual y rústico.
Plantar
especies herbáceas, acuáticas, ribereñas, son plantas aptas para
este tipo de terreno.
Entre
las plantas que me gusta aconsejar para el diseño de humedales se
encuentran los juncos, las calas, la pontedería, la lechuga de agua,
el nenúfar, los lirios.
Un
árbol que me encanta por su forma y la caída de sus ramas y la
forma de sus hojas es el sauce llorón, perfecto para este tipo de
terreno.