La idea es restaurar un pequeño rincón del jardín de Txomin y aportarle cierto interés.
Es una zona acotada por rocas de rocalla lo que nos permitirá contener un lecho de grava sin dificultad y minimizar la dispersión de la misma.
Realizamos una profunda limpieza del terreno y optamos por colocar una manta antiherbácea que impida el crecimiento de malas hierbas.
Una vez colocada, procedemos a la plantación. Con la ayuda de unas tijeras, realizamos un corte en forma de aspa en la malla antiherbácea, levantamos las solapas, hacemos el agujero en la tierra e introducimos la planta, con la ayuda de la mano recubrimos el agujero de tierra. Esta operación se repite varias veces hasta terminar de colocar todas las plantas.
A continuación echamos la grava con sumo cuidado, extendemos y nivelamos con la ayuda de un rastrillo.
El último paso consiste en regar la zona.
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