La sencillez de la arena blanca rastrillada con mimo, crea sutiles composiciones que evocan sensación de paz, calma, tranquilidad y pureza.
Las ondas concéntricas, los torbellinos, las olas, las corrientes de agua, son trazadas mediante una única herramienta, un rastrillo.
El río, el océano, el viento aparecen representados por arte de magia, el elemento arena es una forma de conectar con otra dimensión.
En estas fotografías mostramos algunos ejemplos que se pueden desarrollar fácilmente en cualquier jardín.
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