El jardín vivo, lleno de encanto, elegante, todo un cuadro pictórico por su color, está siempre a la vuelta de la esquina.
Son jardines muy mimados y cuidados desde el más pequeño detalle.
La escalinata de mosaico azul marca un antes y un después. El "antes", busca la continuidad de belleza desde el primer escalón hasta el último y un "después" cuando el conjunto formado por escalinata y jardineras culmina en la entrada a una vivienda cuyo interior posiblemente sea igual de hermoso.
La casa con sus enormes ventanales se convierte en el marco perfecto para elevar el jardín a su máxima potencia.
Árboles, palmeras, hiedras y plantas engrandecen su magnitud en un soberbio jardín donde el buen gusto se respira a cada instante.