Los bancos solitarios de aspecto formal, sin ostentación alguna respiran un aire de soledad.
Quizás sea el caso del banco que mostramos en la fotografía, un tanto desvalido y sin complemento alguno.
Tal vez sea porque él solo se vale para decorar la entrada de la vivienda.
Un banco que recibe e invita a la función mas esencial para la que fue creado "el asiento".
Pero aunque se encuentra solo ante el peligro, lo admiro porque derrocha belleza y entereza.
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